De entre los monumentos arquitectónicos más importantes de Galera, destaca su iglesia parroquial. Está dedicada a la advocación de la Anunciación y tiene adosada una capilla barroca del siglo XVIII que alberga la imagen del Cristo de la Expiración. De estilo mudéjar granadino, fue edificada en 1555.
Fue reconstruida a finales del siglo XVI por los nuevos colonos cristianos sobre los restos del antiguo templo, prácticamente destruido en los sucesos acaecidos en la sublevación de los moriscos de 1568. Destacan su retablo mayor, el artesonado de la nave principal, la decoración de su fachada -con picos y conchas- y su torre, en cuyo cuerpo de escalera se puede apreciar el impacto de una bala de cañón producido en el asedio del siglo XVI.
Poseyó dos criptas, una de ellas decorada con escenas bíblicas policromadas, típicas del siglo XVIII, que se conserva. Posteriormente sufrió graves daños durante la Guerra Civil, destruyéndose sus altares, retablos e imágenes, incluido el Archivo Parroquial de Galera. En 2009 terminaron las obras de restauración de la techumbre, aunque no se llegó a recuperar la cripta policromada, en la actualidad no visitable. En 1983 fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional.
El edificio fue, según costumbre cristiana, lugar de enterramiento de personas notables hasta comienzos del XIX. Ello explica la presencia de al menos dos criptas subterráneas a tal fin, en la actualidad cegadas o selladas. Recientemente se redescubrió una de ellas, de planta octogonal y decorada con escenas bíblicas y policromadas, típicas del siglo XVIII.
La Iglesia Parroquial de La Anunciación sufrió los acontecimientos relativos al período morisco. Antes de esto existía una construcción de Rodrigo de Gibaja (ver nota al pie), de la que se conserva la torre. A finales del siglo XVI se hicieron las actuales cubiertas de madera, destacando la armadura mudéjar de la nave mayor por Juan de Pareja y Juan Casanova. Cabe destacar también la capilla barroca del Cristo de la Expiración.
En el año 1555 el templo fue prácticamente destruido en los sucesos acaecidos en la sublevación de los moriscos de 1568, desapareciendo supuestamente además toda la documentación escrita que habrían generado las obras: proyectos, contratos, pagos, etc.
La influencia de las tropas napoleónicas a comienzos del siglo XIX en la zona o la desamortización de los Bienes de la Iglesia de mediados de esta misma centuria empobrecieron aún más algunos archivos de la comarca, que llegaron muy dañados a 1936. En esta fecha la totalidad del Archivo Parroquial de Galera fue destruido. Actualmente, el archivo parroquial sólo dispone de memoria desde abril de 1939 debido a que durante la Guerra Civil se destruyó todo el archivo anterior a esa fecha.
El templo parroquial de Galera es consecuencia de la Bula papal de 21 de mayo de 1492, por la cual se erigen las iglesias de los nuevos territorios conquistados a los musulmanes. Expulsados los moriscos y repoblada la villa en 1591, los nuevos pobladores procedieron a la reconstrucción del maltrecho edificio, concluyéndolo en 1598 con una techumbre mudéjar, similar a la destruida, que es la que podemos apreciar actualmente. Así se describe en el expediente para su declaración como Monumento Nacional en octubre de 1983:
"El artesonado principal... responde al tipo de las armaduras... llamadas... de limas moamares... está formada por un lienzo superior horizontal (el
almizate) y cuatro faldones.... que forman una especie de artesa invertida... la decoración ... es del tipo y técnica apeinazada... Lo más destacable... es el abigarrado uso de la lacería árabe
en múltiples juegos geométricos, así como la minuciosidad y detallismo del tallado... Pocos artesonados tienen la enorme calidad de dibujo que éste presenta..."
Fuentes (texto y fotografías):
Guía turística de Galera, Edición 2019
Elaboración propia
Rodrigo Gibaja
Maestro de Cantería. (Gibaja, 1504 – ¿?, ¿?). Este maestro de cantería, cuyo verdadero nombre era Rodrigo Amador Navarro, nació en Gibaja en 1504 y pasó casi toda su vida en Andalucía, centrándose su actividad en Jaén y Granada. Entre los proyectos en que intervino como tracista se cuentan la capilla mayor y la sacristía de la parroquial de Puebla de don Fabrique (1538) y la capilla del convento de La Merced de Baza (1546). En Cantabria se le atribuye la cabecera de la iglesia de Santoña.